Que en el año 2023 tengamos que pedir que se asuma de una vez que la gente usa drogas parece un sinsentido y sin embargo no lo es.
Parece un sinsentido, que siga habiendo personas que duermen en la calle porqué no pueden acceder a una vivienda.
Aun más extraño resulta pensar que tomar ciertas substancias, siga siendo una condena por lo que las personas sigan enfermando y perdiéndolo todo, y que las personas tengan que ser desplazadas, apartadas y marginadas.
Es extraño pensar, que las personas sigan pasando frío y que no sean atendidas debidamente. Que no se garantice que nadie tenga que morirse en la calle en una ciudad con suficientes camas vacías para atraer al doble de su población en los meses de turismo.
Sería lógico pensar que solo en las guerras pasan las cosas que vemos aquí a diario. Convivimos con heridas mal curadas, con nervios destrozados por la falta de descanso, con hipotermias por no llevar la ropa adecuada, con no tener nada, con violencias, con soledades indescriptibles.
Y es que quizás sí que estamos en guerra, en una guerra que cumple uno de los requisitos más importantes de todas las guerras, el que entiende que los sufren en el campo de batalla no decidieron librar el conflicto que los va a destrozar.
Hoy más que nunca necesitamos que dejen de apuntar hacia nuestros vecinos y a nuestras vecinas, necesitamos que todos podamos dormir seguros y calientes, necesitamos no considerarnos diferentes y estar tan vulnerables, necesitamos ser atendidos en condiciones, necesitamos que todo el conocimiento que existe pase por encima de las meras opiniones. Necesitamos, empatía, recursos.
Hoy 19 de enero del 2023, desde la Fundació Àmbit Prevenció, entidad que trabaja por la salud, la calidad de vida y los derechos de las personas en situación de riesgo de exclusión, tenemos que volver a recordar los derechos de las personas en condición de calle y requerimos que se adopten medidas que garanticen su protección.
Como corresponsables dentro del marco normativo para la promoción y protección de los derechos de personas en situación de calle, toda administración debe sumarse a tomar las medidas necesarias para garantizar:
- La participación de estas personas en tomar de decisiones sobre las medidas legislativas, administrativas, que les afectan directamente en su condición.
- El derecho a una vida libre de todo tipo de violencia y/o discriminación.
- La no criminalización, motivada por características específicas de su condición.
Necesitamos respuestas reales a las necesidades reales, así como que se atienda a la diversidad de personas que viven en situación de calle, y atender sus necesidades de una manera más eficaz. Como entidad, como profesionales, pedimos una apertura de espacios públicos y privados con normativa de baja exigencia para poder pernoctar, con plazas suficientes para poder alojar a toda persona que quiera acceder. Como ciudad debemos garantizar espacios seguros, alojamientos, para nuestros ciudadanos y ciudadanas, atendiéndolos con toda su diversidad, cualquier época del año, pero sobre todo en invierno.
#NOMÉSMORTSALCARRER
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